VIVENCIA DEL PADRE ALBERTO DESDE BRASIL.

Dios tiene gran deseo de ti, tiene sed de tu Amor.

      Ya pasó el verano, el descanso, el calor,... En estos días nos decimos unos a otros, "que ganas que empiece ya el curso, la rutina" Esta frase se entiende pero ojo!! El Señor nos concede un curso nuevo, distinto,... "Yo hago nuevas todas las cosas". Él sabe sacar lo bueno de lo que nos propone para nuestro beneficio y nuestro crecimiento en la Fe. Cuantas maravillas nos esperan!!! cuantos momentos ricos, cuantas personas entrarán en nuestra vida, risas, lazos de amistad, catequesis, predicaciones, cuantos momentos de verdadera paz e intimidad con ÉL... Uno de los muchos beneficios que me está suponiendo esta experiencia Misionera es que veo que en España tenemos mucho, en todos los sentidos. Eso, en muchas ocasiones, nos lleva a exigir el derecho de tener más y no disfrutar de las cosas. Cuando faltan ciertas cosas, cuando carecemos de ellas te das cuenta de la importancia y de lo bueno que aportan en la vida. Los dones nos hacen la vida más fácil. Me doy cuenta que Dios es el mayor DON que tenemos y este Don nos acompaña allá donde vamos. Sabiendo esto, aprovecha mucho, mucho este nuevo curso. Estate atento a todo lo que pase a tu alrededor, di que sí a todo lo que la Iglesia te proponga, da importancia a todos los detalles, aun las cosas más pequeñas, ahí está Dios de manera singular y preciosa.

      Abre tu corazón a la Gracia, vive de los Sacramentos. Recuerda que la Eucaristía es esa gotita constante que cae, cae,... y va perforando, taladrando nuestro duro corazón. Aquí estoy celebrando en comunidades muy pobres que solo pueden tener Misa UNA VEZ AL MES. Aquí no hay Misa todos días pues el Sacerdote tiene 25 o 30 poblados que atender. Por eso cuando el Sacerdote les celebra es una GRAN FIESTA, todo palmas, danzas, bailes,...les encanta. A mí los primeros días me sorprendía tanto baile, ahora lo hago con gusto y lo disfruto, me imagináis aplaudiendo y moviendo mi cuerpo serrano??? Ya os mandaré fotos... Mucho ánimo, cuidaos como familia que sois, estad atentos unos de otros y sed ese foco de Luz para vuestro hogar y la gente que día a día está junto a vosotros. Aunque está suponiendo un gran cambio en mi vida, estoy muy contento, pero no sin dolor por lo dejado. Cada día experimento que Dios me sostiene y allana el camino. Esto me da mucha Paz. 

      Agradezco al P. Gabriel y P. Gustavo la oportunidad que me dan de escribiros y a todos vosotros por leer con cariño estas letras que con gran gratitud son enviadas desde la Diócesis de Bacabal en Brasil. Un beso muy, muy fuerte a todos y feliz nuevo curso. Estamos muy unidos en Su Amor y en el corazón de María Madre.

                                                                                                                           P. Alberto+